18 de septiembre de 2012

Luchando para ser Feliz

Cada vez que intento atrapar ese espacio de tiempo donde vivo cosas maravillosas, donde tengo emociones placenteras, sensaciones buenas… dejo de vivir. Cuando me siento bien y feliz  e intento conservar ese sentimiento, cuando me aferro a lo agradable… dejo de vivir.
¿Pero por qué tiene que ser así? ¿No puedo ser feliz siempre? ¿Dónde está en truco?

Cualquier intento de atrapar la felicidad lo que hace es llevarme a un punto de ansiedad, falta de fe e inseguridad. Cuando me aferro a un momento placentero, dejo de vivir… porque en el fondo lo que mueve esta actitud es un miedo a que no vuelva a ocurrir en mi vida… es una falta de fe, de confianza o de apertura a la abundancia de la vida. Ese temor a no ser feliz mañana me lleva a agarrarme a lo que vivo… al final no lo disfruto al no fluir  con ese placer… Dejo de vivir realmente este presente placentero por temor a no tenerlo mañana… Que paradoja. Cuando me agarro a la felicidad, encuentro inseguridad. La vida junto a la felicidad es un fluir con el momento presente, es vivir el aquí y ahora.

Cuando intento atrapar la felicidad de un memento entro en una batalla interior entre el presente y el mañana… el reflejo es inseguridad y miedo y como consecuencia, desgaste emocional de no ver el resultado que quiero ver. Me pierdo en un laberinto de contradicciones y confusión

¿Eres consciente de esta lucha por ser feliz?

Confusión hacia donde caminar
Ahora pasemos al otro extremo.
A lo largo de tu vida vives y sientes experiencias negativas o que te han marcado dejando emociones nada saludables (odio, venganza, vergüenza, poca valía…)

¿Qué ocurre en tu interior cuando toman vida? lo más probable es que lo rechaces, de alguna manera buscas huir de ellos. En las emociones positivas te aferras a ellas, en las negativas intentas no verlas. Pero huir de ellas no desaparecen, siguen vivas y presente en nuestro interior… y cuanto más huyas, más poderosas se vuelven atrapándote en  la ansiedad, problemas físicos (estomago, sueño, dolor de cabeza, arritmias, accidentes…). Sin buscarlo ni quererlo entras en una lucha interior que te lleva a la desilusión, a la depresión… a la enfermedad.
¿Qué hago? Qué complicado es vivir.

En la felicidad no hay lucha… Hay fluir con lo que vives ahora.
Tomar conciencia de lo que vives y sientes te hace dueño y poderoso de tu vida.
Has dado el primer paso al leer este escrito. Tomar conciencia de lo que sientes y hace.

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