Vida Afortunada

Cuando se pronuncia la palabra fortuna se tiende a pensar en una vida constante de placer, felicidad, riquezas... Y sobre todo, se tiende a pensar en dinero como sinónimo de fortuna.

Esto me lleva a una reflexión sobre "Sentirse Afortunado". Las buenas experiencias que he vivido me lleva a pensar que el dinero no ha estado presente en los momentos que más afortunado me he sentido, incluso, ahora me siento afortunado y con deudas (hipoteca).
Recuerdo que llegaba del colegio, comía y acto seguido una pandilla de niños del barrio decidíamos buscar mangos. Eran 5 kilómetros de risas, bromas con las vacas, baños en el río... Y lo más placentero, disfrutar de los mangos recién caído del árbol... Si a eso le sumas que algún día se sumaba la niña que revolucionaba nuestras hormonas adolescentes... Valía la pena... Solo quedaba llegar a casa, bañarse y acostarse.

Hace poco millones de Españoles se sintieron afortunados a ver como ganaba la selección Española en el mundial de futbol en Africa... Se sintieron dichosos, lloraron de alegría... Se sintió todo un país jubilosos, bailando, cantando... alegres. Para sentir todo eso, no  se necesitó de dinero... bastó la compañía de las amistades, unas cervezas y un espíritu dispuesto a sentir.

Sentirse afortunado es  el mejor de los regalos...  porque sabes que tienes todo un día para disfrutarlo... abres la puerta y ves el sol, siente la brisa, el murmullo de la gente... estás viva o vivo, estás con tu mejor sonrisa... respira profundamente tratando de sentir a Dios en un suspiro... agradeces por tan gran milagro... y aunque llegue la noche de nuevo, sabes que es otra oportunidad de soñar de nuevo, cerrar los ojos y dormir sintiendo el abrazo divino que te regaló esa oportunidad de soñar, de vivir, de ser feliz... De sentirte afortunado o afortunada.