Esta cuarentena me ha servido para ver y comprender muchas cosas que antes intuía, pero que ahora las veo muy claro, ha sido el momento donde he visto encajar todas las piezas del puzle. Estoy en ese proceso de escribir, aclarar mis ideas y de comunicarlas.
Es una experiencia reveladora.
Yo lo titulo "LAS JUGADAS DEL MALIGNO".
Aclarar que el diablo es esa fuerza que quiere formar un gobierno mundial con un objetivo que muchos ya conocen... Y que lleva siglos tramando un plan.
¿Qué busca con esas tentaciones?
Pervertir, corromper a la persona para que se olvide de su parte divina, que viene de Dios para formar parte de su plan.
¿Cual es su plan?
El plan supremo es gobernar a toda la humanidad con esclavitud y sufrimiento alejándolo de su esencia, que es Dios.
¿Cómo lo consigue?
Dividiendo (derechas e izquierda… socialismo, capitalismo)
corrompiendo
con guerras
con el trabajo
esclavos
con las adicciones.
Con los condicionamientos.
Con las jaulas mentales en las que nos envolvemos defendiendo ideales que surgen de problemas creados por ellos mismos.
Esa jugada ya lo muestra la biblia. Por ejemplo, se muestra en las Tentaciones de Jesús en el desierto. Jesús nos muestra el camino para salir victorioso.
La tentación de Jesús es un episodio de la vida de Jesús narrado en el Nuevo Testamento por el evangelista Mateo (Mt 4, 1-11), por Marcos (Marcos 1:12-13) y por Lucas (Lc 4:1-13).
1-Propuesta de pan.
«Si eres hijo de Dios di a esas piedras que se vuelvan alimento» .Así argumenta el Diablo, con buena lógica: El Reino de Dios debería resolver los problemas económicos, porque se supone que Dios es pan, dinero . Pero Jesús responde: «No sólo de pan el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios». Para Jesús, el Reino es ciertamente pan, pero un pan vinculado a la palabra del Dios, es decir, a la libertad y opción del hombre. No un pan a cualquier precio. No al pan donde pierdo lo que soy. No al pan donde renuncio a mi condición de hijo de Dios.
Era (es) tiempo de
hambre y el mismo Jesús era de una clase de campesinos sin tierra,
artesanos precarios, mendicantes y mendigos, sometidos al poder de
reyes, terratenientes y mercaderes, convertidos en dueños de un pan
que ellos empleaban para imponerse sobre los pobres (para dominarles
y excluirles). El Inquisidor asegura a Jesús: «De haber optado por
el pan habrías respondido al pensar humano:
¿Ante quién adorar?» (cf. Mt 6, 24), pues el hombre adora a quien
concede pan, a quien le asegura un tipo de prosperidad económica.
Pero Jesús sabe que el hombre es, ante todo, libertad para el amor,
de manera que el pan (economía) ha de estar al servicio de la
Palabra, es decir, de la comunicación y dignidad humana. Por eso él
rechaza la propuesta del Diablo, que quiere imponerse por el pan (o
la falta de pan), destruyendo al hombre. Jesús no quiere Pan con
métodos de Diablo.
Estamos en un tiempo donde seremos tentados con el pan a cambio de perder nuestra libertad y nuestra voluntad y todo lo que eso conlleva (la esclavitud futurista). No la llamo moderna, porque ya estamos en una esclavitud económica, pero seguimos manteniendo nuestra capacidad de seguir unido a la verdadera Fuente de Vida.
Destruir la economía del mundo equivale a enfrentarnos a esa tentación... El maligno ha controlado o cree que controla el pan. Lo va retirando, lo va destruyendo... para después tentarnos con el Pan, mostrarnos una salvación.
Por eso, les invito a todos mis contactos que de alguna manera logran leer esto es que en estos momentos... la economía no es lo importante, el pan no es lo importante... estamos en un momento histórico donde tenemos que concentrarnos en que mundo queremos vivir (Libertad o Pan /esclavitud). Cuando invito a DESPERTAR es que veamos todo el engaño (mientras más mejor), todos juntos... Ese es el poder que tenemos VER EL ENGAÑO.
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