Para hablar de este tema voy a tener un punto de partida o un piso sólido. Partimos de la base de que hablar de Dios es ya tener una imagen de él, aunque sea limitada por la imperfección humana... y para hablar de él no puedo salirme de mi contexto como ser humano. Por lo tanto, al hablar de Dios lo tengo que solidificar en mi realidad, si quitamos esta base, caemos en discusiones sin sentidos.
El Dios Sentimental.
Tiene como origen el asociar la fe con la persona, sensaciones o imágenes. Se puede seguir de cerca la vida de un sacerdote o un religioso importante , pero cuando comete algún error que va en contra de las creencias, hasta ahí llega la fe.
Este Dios tiene su trono entre querubines y nubes de sensaciones agradables. Lo siguen las personas que tiene su fe en las emociones y los sentimientos.
Nos han pintado un Dios con ojos azules, pelo lacio, vestido elegante... un Dios hermoso que despierta e inspira sentimientos nobles, pero que no compromete porque se queda en la emoción. Ese Jesús o Dios de los artistas no coincide con la realidad humana de Jesús de aquel entonces... Jesús coincide en su físico con un palestino, todo lo contrario a las imágenes.
Es el Dios que me hace sentir bien o me lleva a mundos mágicos.
Cuestionemos nuestras creencias para llegar al verdadero Dios.
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