No me ames porque sea comprensivo, cariñoso, educado, alegre… Puede suceder que después de mil noches de luna llena, no sea ese hombre que tanto amabas, que lo educado se ha quedado en el diploma y mi alegría se queda dormida esperando un amanecer.
No me ames porque tenga dinero, o porque la sociedad me respete por lo que soy… Puede suceder que descubras que soy el hombre más egoísta que hayas conocido y que lo del dinero es solo un nombre, una tapadera que viene a esconder mi inseguridad y mi orgullo.
No me ames porque crees que puedo ofrecerte todo lo que deseas… Quizás descubras que como todo los mortales, estoy limitado y no podré saciar todas tus aspiraciones.
No me ames porque sea hermoso o porque sea comprensivo, cariñoso… No me ames porque tenga dinero o porque piensas que puedo ser el hombre de tu vida. No me ames por lo que puedas conocer de mí… Ámame por lo que no conoces… Ámame en mi totalidad.
Ámame porque te produzco intriga… Porque te parezco enigmático y paradójico… Ámame en lo infinito y en lo desconocido. Cuando puedas amarme en ese mundo irreal y tangible, te sentirás desnuda y con una extraña sensación de vacío incomprensible… Ahí es donde nace mi fuerza para amarte con la misma intensidad. El vacío y la desnudez son los dos motores de este gran amor que parte de la nada y se convierte en ese universo infinito e inagotable.
Ámame en mi totalidad y descubrirás que no hay nada más potente que un amor desnudo y sin miedo a la nada.
No me ames porque mis palabras te hacen sentir bien o porque te identificas conmigo, o porque quieres vivir ese mundo espiritual y mágico… Podrías descubrir que no soy lo que te digo, mañana te puedo parecer el hombre más pragmático y realista que pudieras conocer.
Ámame en mi totalidad porque soy agua y fuego.
Ámame en mi totalidad porque soy aire y tierra. Ámame en mi totalidad porque soy infinito y limitado.
Paradójico ¿Verdad?
Ama mi paradoja
Ama mi paradoja
